Mostrando entradas con la etiqueta pensando. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta pensando. Mostrar todas las entradas

domingo, 14 de mayo de 2017

Calamares de tiramisú y otros relatos, a la venta en tapa blanda



Aunque llevamos un largo tiempo sin novedades, con unos tiempos algo difíciles, poco a poco vamos volviendo a tener hambre de literatura. Es por ello, que para empezar a coger la forma, hemos publicado nuestro libro "Calamares de tiramisú y otros relatos" en tapa blanda. Vaya, en soporte físico. ¡Como mejor se aprecia un libro!

Así que, os animamos a comprar nuestro libro de relatos. Está baratito, apenas 6,50€, y además, con una nueva portada muy elegante y original.

Lo podéis conseguir en Amazon.


martes, 28 de junio de 2016

Hasta luego, Bud


Hace mucho que no escribía en el Blog; la vida da muchas vueltas, y no es que haya tenido todo el tiempo que quisiera, y si lo tenía, prefería otros quehaceres. Pero hoy, es el día ideal para volver a escribir.

Esta noche me he enterado que ha muerto Bud Spencer. Sí, Bud Spencer. Ese tipo grandullón, con los ojos casi cerrados, fácil de enfadar, pero bonachón y de buen corazón. Ese personaje que con sus películas sencillas y sin pretensiones, hizo disfrutar a millones de familias en todo el mundo en la época de los 70-80-90. ¡Ni más ni menos que tres décadas!


Da la casualidad, que un día, hace tiempo, decidí leer su biografía. Quedé fascinado. Carlo Pedersoli, como se llamaba en realidad, no era solo un tipo fuerte en las películas, sino que también lo era fuera de ellas. Una persona interesante y que había pasado por grandes experiencias. ¿Sabíais que fue nadador olímpico? De 1949 a 1956 fue 7 veces campeón italiano en los 100 metros libres. Y después, integrante del equipo de Waterpolo, ganando una medalla de oro en los Juegos Olípicos de Helsinki de 1952. En pocas palabras, un portento físico de verdad, y todo un currante. Y no sólo en las películas. Será por eso que antes de su primer papel en el cine, haciendo de guardia del Imperio Romano en Quo Vadis, estudió química, emigró, trabajó como vendedor, e hizo mil cosas más.

Pero está claro que a Bud Spencer lo recordaremos por sus peculiares películas. En especial, acompañado por Terence Hill, otro personaje tremendamente interesante. Ellos dos, hicieron pasar unas tardes de sobremesa fantásticas a muchas familias. Unieron a nietos, padres, y abuelos, sin más necesidad que divertir durante poco más de una hora con el pretexto de mamporrazos y situaciones absurdas. En mi caso, siempre que pienso en aquellas películas, me viene a la cabeza las risas de mi abuelo, y como era el pretexto perfecto para disfrutar delante de la pantalla. ¡Aquellos tipos pegaban con gracia!

Hace año y medio, paseando por mi barrio, encontré un cofre con "las 20 mejores películas de Bud Spencer y Terence Hill". Lo primero que pensé, es que tenían que ser mías. Y lo segundo, es que una vez en mis manos, las disfrutaría en compañía de mi hijo. Como mi abuelo las disfrutaba conmigo. Porque esos momentos que parecen tan sencillos, tan irrelevantes, a veces son los que te hacen sentir mejor y añorar con más fuerza tiempos pasados.

Bud Spencer seguirá metiendo hostias como panes en el cielo, de eso estoy seguro. Y lo mejor de todo, es que personas como mi abuelo, estarán más entretenidas. Un abrazo.

martes, 14 de julio de 2015

miércoles, 18 de marzo de 2015

Poemas de doble filo

Cuenta la leyenda que uno, dos, y tres,
y esperan las sirenas el ninonino otra vez.

La luna del coche no está hecha de miel,
ni el gato que lo alza la quiere poseer.

Si la leche no siempre es espectacular,
tampoco su color blanco es fácil de apuntar.


lunes, 12 de enero de 2015

La alarma de Granada

Que bonita es la alarma de Granada.
Como señaliza sus colores.

Que bonita es la alarma de Granada.
Como suena en sus labores.

Nino nano, nino nano.
Que bonita es la alarma de Granada.

miércoles, 18 de junio de 2014

Cinco microrelatos irrebatibles

La impresora elegida

Después de mirar en varias tiendas de informática y escuchar a personas que se hacían llamar especialistas del sector, pensé, ¡A la mierda! Y decidí comprarme la impresora que me causó mejor impresión.


Mala elección, Ramírez

Ramírez era un camionero que necesitaba desconectar; todo el día con el camión de arriba a abajo, quilómetros al este, quilómetros al oeste, gasolina entra, gasolina sale. Así que un día decidió ir al cine. Llegó veinte minutos antes a la sesión, se sentó, se acomodó, e intentó relajarse, olvidar el mundo de los camiones. De repente, empezaron los trailers. -¡Hijos de puta!-, exclamó.


El lenguaje es caprichoso

Juanjo era un fanático de la filosofía, de las curiosidades, de enlazar pensamientos y lenguaje. Un día, le comentó a su esposa:
- Cari, ¿te has fijado que la diferencia entre ser libre, o ser un libro, radica en una vocal? Piénsalo. El lenguaje es caprichoso. El zorro es astuto, la zorra, ay, la zorra, es muy diferente. ¿Lo has pillado? Piénsalo, cari, piénsalo.
- Juanjo, cariño, ¿te has fijado en que la diferencia entre dormir o no dormir, radica en que tú te calles de una puta vez?


Salvando el Amazonas

Escuché que estaban matando el Amazonas, que cada vez más, estaba en peligro de desaparecer. ¿Cuántas veces nos cruzamos de brazos ante tantas circunstancias? Entonces, yo quise reaccionar, aportar mi granito de arena. Así que, esa misma tarde, entré en el portal y me compré un Kindle Fire HDX y cuatro libros al azar. Dos semanas después veo que el portal sigue en marcha. ¡Tu también puedes ayudar!


El destino está marcado

Dos de mis mejores amigos, Luis y Ana, eran de aquellas personas que creían que las cosas no pasaban por casualidad. Que si se caía la sal en la mesa, era porque una desgracia iba a suceder. Que si la fecha de nacimiento de uno, coincidía con algún hecho concreto, no era por azar, era por destino. Todo era por evidencia, nada por casualidad. Ahora, viven en Luisiana.

sábado, 7 de septiembre de 2013

La soberbia española

A pocas horas de darse a conocer la adjudicación de los Juegos Olímpicos de 2020, donde Madrid es una de las tres finalistas junto a Tokio y Estambul, me pongo a hojear diferentes diarios nacionales, tanto de carácter serio, como humorístico. Y es en esta faceta, donde llego hasta el panfleto deportivo Marca. Allí, entre las numerosas noticias relacionadas, puedo leer una entrevista a Felipe Reyes, el jugador de baloncesto del Real Madrid, en la cual afirma: "Tokio y Estambul no tienen tan grandes deportistas como España". Después de leer esto, suspiro, cierro los ojos, y con calma, vuelvo a abrirlos. Entonces, me viene a la cabeza la soberbia española. Aquella que está presente en la manera de hacer, desde tiempos inmemoriables, en parte de sus ciudadanos, y representada ejemplarmente por políticos y famosos. Dicha soberbia, viene dada muchas veces por puro egocentrismo, pero desgraciadamente, en otras oasiones, es sencillamente por ignorancia, por paletismo nacional. 

El señor Reyes debería entender que para ensalzar la candidatura española, no hace falta menospreciar al resto, y mucho menos, desde la ignorancia. Es cierto, en España hay deportistas de gran renombre internacional. Sobretodo en deportes como fútbol, baloncesto, tenis, balonmano, etc. Pero quizá este señor no entiende que unos juegos olímpicos se componen de deportes olímpicos, quizá no de tanta repercusión como los citados, pero igual de importantes y respetables. De hecho, son los éxitos de estos deportes minoritarios, o no tan famosos, los que miden la verdadera infraestructura y organización deportiva de un país.

Pero volviendo a la frase citada, menospreciar al resto de países sin informarse, es hacer el ridículo. Porque el señor Felipe debería revisar el medallero Olímpico, donde apreciaría que incluso en la mejor época del deporte Español, Japón nos duplica o triplica en éxitos. Sin ir más lejos, en los pasados juegos, Japón consiguió 38 medallas (7 de oro, 14 de plata, y 17 de bronce). Mientras que España, se quedó en 17 medallas (3 de oro, 10 de plata, y 4 de bronce). Aún así señor Reyes, ¿no conoce ningún deportista japonés? Pues hágaselo mirar, quizá es que entiende del resto de deportes como la señora Ana Botella de inglés.

Pero que más da. El señor Reyes llega a Buenos Aires para reforzar la candidatura, diciendo sandeces o mentiras, mostrando soberbia o ignorancia. También están por allí muchos más deportistas españoles de renombre; acompañados por políticos corruptos y de dudosos conocimientos deportivos. Todos, viajan con nuestro dinero, está claro. Toda la candidatura está subvencionada con el dinero de los ciudadanos de un país que se retuerce de dolor, que vive una época de austeridad económica, con un paro alrededor del 26%, y rebajando servicios sociales como sanidad y educación. Como pretexto, nos dicen que es algo necesario y que supondrá un empujón enorme para cambiar esta situación. Nos aseguran que no solo saldrá ganando Madrid, sino todas las regiones de este resquebrajado país. Otra vez más, como en el caso de Felipe, uno no sabe si es por la manía de mentir, o si es por pura ignorancia. Si no, que se lo pregunten a Grecia, que celebró los Juegos Olímpicos de 2004. ¿Mejoró el país? ¿Les dio un empujoncito? Sí, sí, los Griegos desde entonces viven de "puta madre".

Pero bueno, veremos que pasa esta noche. Ya falta menos para saber si nuestros políticos podrán venirse con la sonrisa de saber que a partir de hoy, podrán volver a sacar partido de la construcción, adjudicar obras a dedo, y embolsarse parte de ellas. Al tiempo que miles de personas hacen de voluntarios sin cobrar ni un solo euro para que podamos presumir ante el mundo de tener espíritu olímpico. ¿Espíritu Olímpico? Los cojones.

viernes, 19 de julio de 2013

No es lo que parece

Miré la hora en mi móvil, después elevé la mirada al cielo azul. Caían las cinco. Se hicieron mucho daño: Conchi, Laura, Enriqueta, Lucía, y Elena. Vaya caída, pensé. Lástima no haberlo grabado.

Seguí caminando hacia no sé donde, qué sé yo. De repente, noté mucha tensión en el ambiente. Tenía un generador eléctrico justo al lado. Decidí cruzar rápidamente la calle, pues fuese real o imaginación mía, percibía mis pelos erizándose de forma notable.

Al cruzar la calle, divisé un bar a unos veinte metros. Pensé en un café, me iría bien. Me senté, esperé. Seguí esperando. Quizá demasiado. Finalmente vino el camarero. -Póngame un café americano- le dije. -Soy de Palencia señor, pero le pondré el café, ¿Algo más?- me contesto esbozando una sonrisa.  -Sí por favor, un diario para leer. Supongo que no tiene el País, pues ya veo que aquí no hay prisa.- le devolví entonces la sonrisa. Se quedó serio. - ¿No le hizo gracia?- le pregunté. -No, me gustó más el Raval- me contestó, devolviéndome la pelota, con un gran revés. -Touché- le dije.

Acabado el café, decidí dar una vuelta por el parque. Los árboles estaban preciosos, verdes, robustos, vigorosos. De repente, una jovencita con un cigarro en la boca me saludó desde un banco. -Ah, ¡la primavera!- exclamé. Y me acerqué a ella. Era mi prima Vera, haciendo sincronizadas caladas antes de entrar a trabajar en el banco.

Marché rápidamente del parque para coger el metro, pues al llegar a casa tenía que medir unos muebles. Después, decidí descansar en mi sofá, con los pies descalzos, y una caña de cerveza. La más molona de todas, pensé. Durante un instante se me pasó por la cabeza encender la tele, pero, ¿para qué diantre quería ver la tele ardiendo? Vaya idea. De repente, me vibró el móvil. Me habían respondido al apalabrados. ¡Chachi!, seis letras, doble de palabra, treinta y dos puntos. Buena tirada. Aprovechando, volví a mirar el reloj del móvil. Ahora sí, ya eran las cinco.

miércoles, 10 de abril de 2013

Situación entre Sherlock Holmes y Dr. Watson

- Entonces, ¿tiene alguna preferencia de queso para la cena? - dijo Watson-.
- El emmental querido Watson.
- Es usted sorprendente señor Holmes, me responde a una pregunta de opción múltiple como si se tratase de una pregunta dicotómica.
- Elemental querido Watson.

Y así Watson, quedó fascinado de Holmes durante el resto de su vida.

jueves, 21 de marzo de 2013

Apareció un pájaro cruzando el cielo azul

De repente, apareció un pájaro cruzando el cielo azul. Poco después, una hora más tarde,  apareció un pájaro cruzando el cielo azul. Y al marcar la hora sucesiva, apareció un pájaro cruzando el cielo azul. Entonces, al cabo de una hora, puntualmente, apareció un pájaro cruzando el cielo azul. Por si fuera poco, otra hora después, apareció un pájaro cruzando el cielo azul. Y pasados sesenta minutos de reloj, apareció un pájaro cruzando el cielo azul. Después de otra hora,  apareció un pájaro cruzando el cielo azul. Pasada una hora más, apareció un pájaro cruzando el cielo azul. Y Justo a la siguiente hora,  apareció un pájaro cruzando el cielo azul. Pero terminados otros sesenta minutos, apareció un pájaro cruzando el cielo azul. Asimismo, al marcar una nueva hora, apareció un pájaro cruzando el cielo azul. Y una hora después, mientras el cielo mantenía su color, apareció un pájaro cruzando el cielo azul. Poco a poco llegó la noche, y decidí dejar de mirar por la ventana. Cené, miré el televisor, y me fui a dormir. Me desperté a la mañana siguiente. Cogí el cuenco de cereales, y me quedé mirando frente a la ventana; el cielo estaba azul.

martes, 4 de diciembre de 2012

Reflexiones de una persona aburrida: el cepillo de dientes

No sabía qué hacer realmente, así que me dije, oye, pues lávate los dientes, aunque sea por segunda vez y seguramente no exista ninguna necesidad. Me adentré en el lavabo, y localicé mi cepillo de dientes a pocos centímetros de la pica. Lo agarré con mis manos, y de repente, tuve una observación. ¿Cepillo de dientes? ¿Por qué? 

¡No! No está compuesto por dientes, ni pertenece a ningún señor que se denomine Dientes. Su nombre, me di cuenta después de reflexionar, era erróneo.
Sí, a partir de ahora, le llamaré "cepillo para los dientes". Ahí está, ese es su nombre. Llevábamos décadas equivocados. Pero de nada, para eso estamos.

jueves, 15 de noviembre de 2012

Pancartas electorales; ellos piden tu voto


Aquí os dejo algunas de las campañas electorales del 25N, tal como las he pensado:





Post-vaga en pre-campaña

Después de un día de vaga general, donde cientos de piquetes me increparon para que no escribiese en mi reconocido blog, y aquí desayunando tranquilamente en casita, viendo la televisión autonómica TV3, comienzan los clásicos anuncios electorales. ¡Cómo se echaban de menos! Y que políticos tan humanos tenemos; que preocupados e involucrados. Siempre rodeados de personas normales, como nosotros.

Y ya llega Mas, el Mesías catalán; pero recuerde señor Artur: a veces más, es menos.

Y ahora aparece en Pere Socialista Catalán. Señor Navarro, he visto piedras en la montaña con más personalidad que usted.

Vaya, la pantalla se vuelve azul; la señora Sanchez Camacho ya está aquí: señora Camacho, las mismas piedras de antes, tenían el doble de expresividad que usted; porque más que votos, parece que usted pide votox.

Ahora ya si que no veo nada. Ah, espera, zoom hacia atrás, zoom out para los cinéfilos; hombre, ¡Papa Junqueras! A usted no le puedo decir nada, ¿cómo podría? ¡Si dan ganas de achucharlo como un osito!

Oigo una voz, pero veo... ¿Tres candidatos? Espera, ah no. Es eco-Herrera y su velocidad radioactiva. A ver señor Herrera: deje el café aunque sea de Comerç Just, y tome algo de tila aunque sea Pompadour.

¿Y los demás partidos? Ah claro, que ya dije que era TV3. Pues nada, que vienen los deportes. Messi, Xavi, Ronaldo,... Continuamos lejos de los humanos de calle.

lunes, 15 de octubre de 2012

Si Castilla la mancha...

Si Castilla la Mancha, que Castilla la lave, oye, que estoy harto de lavar yo siempre.

Si Andalucia, pues dejala que ande, que nunca viene mal algo de ejercicio.

Si Manresa, pues que reze, hombre que reze, a ver si por ser inglés no va a poder.

Si Majadahonda, pues cógela, no seas tonto, que salen tan buenas como las Yamaha.

Si Las Rozas, pues después no te quejes si se cabrean, se giran, y te dan un bofetón.

Si Leganés, pues que lo acepte con señorío, que otro día yo perderés.

Si Parla, pues escolta, que parli, que mejor eso que no estar callada sin decir nada.

Si Zaragoza, pues mira, que disfrute, que por lo menos alguien esté contenta.

Si Talavera de La Reina, pues que tale, que para uno de la monarquía que hace algo...

Si Segovia, pues deja que se tranquilice un poco, que la gente últimamente se estresa por nada.

Si Palma de Mallorca, pues mejor que morirse de cualquier otra cosa.

Si Donostia se enfada, mejor no estés delante, que este señor las reparte como panes.

Si Elda, pues aprovecha, que hoy en día todo se paga.

Si Cantabria, es que tenía las llaves, porque la puerta estaba cerrada.

Si Córdoba, pues que vaya, pero si después le pasa algo que no se me venga quejando.

Si Torrevieja, pues que la rehabiliten, pero no con mi dinero, que hay cosas más importantes.

Si Lérida, es demasiado profunda, pues que se vaya a urgencias.

Si Fuenlabrada, pues fue allí, que le vamos a hacer, no voy a insistir que podría haber sido en otro sitio.

Si Elche, que vara. Que ya me tiene agobiado.

Si Ciudad Real, pues asúmelo: que no es de men-ti-ra.

viernes, 12 de octubre de 2012

jueves, 8 de marzo de 2012

Reflexiones de una persona aburrida: en la modista

Crucé la calle para dirigirme a la modista; después de arreglar dos días antes la chaqueta por unas roturas axilares, que no auxiliares, me agaché en el supermercado para coger un cartón de leche, y la pobre cremallera se resquebrajó con cierto dramatismo. Total, otra vez a la modista. Pues como iba diciendo, crucé la calle. Llegué a la modista que posaba relajada un bordado de hilo a una clienta, y entonces, pensé: si esto estuviera lleno de gente... ¿Estaría desbordado?

Y me puse a sonreír tímidamente. Qué ocurrencia, oye.

miércoles, 25 de enero de 2012

Un socorrista en el Salvador

Un carpintero en Madeira;
un verdulero en Bruselas;
un cocinero en Frankfurt;
un florista en Florencia, y otro en Florida;
un barman en Ginebra;
un frutero en Macedonia;
un cervecero en Malta;
un marinero en Puerto Rico;
un talador en la Sierra;
un físico en Valencia;
un militar en Granada;
un aviador en Buenos Aires;
un joyero en Mar del Plata;
un curandero en Brujas;
un panadero en Viena, y otro en Panamá;
un pastelero en Santiago, y otro en Sucre;
un domador en Lyon;
un pizzero en Isla Margarita;
un banquero en Costa Rica;
un policía en Polinesia, y otros tres en Tripoli;
un doctor y sacerdote en Curaçao;
un ginecólogo en los Paises Bajos;
un barbero en Barbados;
un sastre en las Bermudas, otro en Abuja, y otro en Jersey;
un pescador en Anguila;
un sargento en Cabo Verde;
un vagabundo en Ghana;
un socorrista en El Salvador;
un cristiano en Santa Fe;
un marisquero en Gambia;
un minero en Honduras;
un pescador en Islas Salomón;
una prostituta en Islas Virgenes;
una chacha en Lieja;
un astronauta en Houston;
un dictador en Tirana;
un pacifista en La Paz;
un surfista en Praia;
un nadador en Ottawa, y otro en Managua;
un sacerdote en San José;
un técnico de elevadores en Suva;
un jugador de poker en Yakarta;
un profesor de aeróbic en Nairobi;
un carnicero en Biskek;
un sucio en Damasco, y un limpio en Malabo;
un cristalero en Vientiane;
un lingüista en Lilongüe;
un urólogo en Numea;
un dentista en Mascate;
un herrero en Lima;
un encantador de serpientes en Lisboa;
un moroso en Pago Pago;
un jugador en Victoria, y otro en Vitoria;
un detective en Colombo;
un productor de cine en Montevideo, y otro en Columbia;
un asesino en Mata-utú;
un pagés en Hararé;
un medico en Saná;
un atleta en Sudán;
un enano en Micronesia;
un ciego en Berna;
un fiestero en Santo Domingo;
un humorista en Riad, y otro en San José de Chiquitos;
un bonachón en Amman;
un músico en Little Rock;
un tímido en Colorado;
...y un aburrido aquí sentado.

martes, 1 de noviembre de 2011

Barreras inexplicables

# Artículo publicado en la revista informativa de ASEM Catalunya
# Descargar revista en formato PDF

Para fortuna de todos, con el paso de los años las instituciones públicas
han evolucionado hacia una mayor sensibilidad y preocupación en lo
referente a las barreras arquitectónicas en ciudades y poblaciones. Está
claro que todo no se puede arreglar de la noche a la mañana, hay un
proceso, y aún queda mucho trabajo por hacer. Permanecen muchas barreras
por eliminar, y aún existen demasiadas situaciones comprometidas para
aquellas personas que no tenemos una movilidad plena; situaciones que en
muchos casos no son perceptibles para el resto de los ciudadanos, y
posiblemente pasan desapercibidas. El simple hecho de tener dos escalones,
lo que para la mayoría son simplemente dos zancadas, para personas con
movilidad reducida puede ser un mundo.

Y como bien comentaba, a veces se puede entender que esto es un proceso,
que requiere un tiempo; que al igual que hace diez años estábamos mucho
peor,  dentro de diez años la situación será mucho mejor que la actual.
Pero dicho esto, y centrándome en la capital catalana, Barcelona, me
gustaría criticar algunos detalles que no tienen explicación. Detalles que
no permiten justificación de proceso, ni ningún tipo de compasión. Que no
requieren esperar, sino exigir.
Vamos a la estación del Clot, una de las importantes de la capital. Una
estación donde se congregan varias líneas de metro y ferrocarriles, y
donde pasan miles de personas cada día. Pues bien, en un lugar tan
importante y concurrido, vemos con asombro como aún a día de hoy existen
un gran número de barreras arquitectónicas. Bastante inexplicables, cabe
remarcar. Nada más bajar de la línea roja del metro, la L1, tenemos una
gran cascada de escalones para salir de la estación o acceder al camino de
ferrocarriles. Ni escaleras eléctricas ni ascensores. ¿Se han preguntado
los responsables del transporte metropolitano, cómo una persona con
problemas de movilidad puede acceder por si sola a una estación tan
importante? Si los problemas de movilidad son leves, pues coges aire, y te
enfrentas a un gran número de escaleras, dando por sentado que todas las
miradas de los demás ciudadanos se clavarán en tus anomalías, e incluso se
enojaran por no poder avanzar con total normalidad -para muchos, el tiempo
es demasiado importante-. Pero si además tienes una movilidad muy
reducida, ni coger aire ni echarle agallas. Sencillamente no se puede; la
independencia, en lo relativo a la movilidad, queda echa añicos.

Podríamos pensar que estamos ante un ejemplo de paciencia; que aún no se
han podido eliminar las barreras. Pero no, en este caso debemos exigir y
pedir explicaciones. Porque si avanzamos por el pasillo que nos lleva a la
Renfe y a varías salidas del exterior, veremos ante nuestro asombro que
tenemos un nuevo cúmulo de escaleras. En el mejor caso, en el acceso a la
Renfe, solo existen unas escaleras eléctricas para subir, pero nada para
bajar. Y ademas, una vez abajo, tenemos tres series de dos escalones,
puestos más que nada para joder, como se diría coloquialmente, y que aún
dificulta más el acceso a Rodalies. Pero no está todo explicado, porque
una vez pasamos el billete y queremos acceder a cualquier andén, volvemos
a vernos en la misma situación. Escalones y más escalones, sin más
alternativa que pasar por ellos. ¿Realmente los responsables de la
estación no se han percatado de la cantidad de obstáculos que hay para
viajar en un tren o metro que después presumen de adaptados? Pero la
indignación no viene únicamente por lo comentado hasta ahora. No. Lo peor
está por llegar. Y lo peor, es que mientras nos indignamos con todo este
recorrido, observamos atónitos como hace apenas uno o dos años, se
hicieron obras en la zona de Renfe, donde se situaron unas oficinas bien
monas: con sus enormes vidrios, la imagen corporativa, y paredes de
mármol; todo, con la última tecnología en el interior. Pero a nadie se le
ocurrió aprovechar ese momento para gastar una pequeña parte de dicho
presupuesto; en adaptar un poquito más la estación, y pensar en los que
más difícil lo tienen. Ni unas sencillas rampas, ni un ascensor, ni nada.
El dinero se quedó en las oficinas, que eso sí, lucen mucho y permiten
fardar de infraestructuras.

Y hoy hablamos del Clot, pero podríamos hablar de tantas otras
estaciones... La cuestión es que hablemos, y sepamos cuando hay que
esperar o exigir. Y en este caso, hay que exigir.

viernes, 7 de octubre de 2011

sábado, 20 de agosto de 2011

El Sol también es inalámbrico

En estos tiempos que el Wi-Fi está de moda y que parece que estas ondas que vuelan por el aire son lo más, me planteaba, ¿Había algo similar antes que el Wi-Fi? Ahora, vas a cualquier sitio, sacas tu portátil, smartphone, o lo que sea, y encuentras un enorme número de redes viajando por el aire; que si la comtrend de la típica víctima de telefónica que ni sabe que le han puesto en casa, la Juan y Patricia, que guay, somos felices y lo queremos dejar claro para todos los vecinos, o la del típico friki que experimenta semanalmente cambios de contraseñas, nombres, y demás configuraciones, pensando que así nadie abusara de su tan preciado tesoro y fliparán con su nivel informático. Pero antes de todo esto, ¿Qué había por el aire?

Hombre, teníamos las ondas de radio, ¿no? Ahora que hay tanta incertidumbre sobre las futuras repercusiones del Wi-fi o del propio móvil, también deberíamos plantearnos por qué nadie nombró nunca las ondas de radio o de televisión, por poner otro ejemplo. Lo mismo estas señales analógicas, pero también nómadas del aire, nos dejaron medio tontos, nunca se sabe. La cuestión es que desde que nacimos, hemos estado rodeados, incluso en aquellos momentos donde pensábamos que nadie nos observaba y dimos rienda suelta a nuestros más oscuros pensamientos. No seáis mal pensados, hablo de levantarse a escondidas para comerse un helado, o acabar la barra de chocolate que está en el armario.

Y dicho todo esto, voy a lo que voy. Total, que pensando y pensando, como quién no tiene nada mejor que hacer, encontré la onda más antigua: el Sol. ¡Joder! Pensé. Tanto rollo de nuevas tecnologías, y el sol lleva toda su vida haciendo uso del Wi-fi, Wireless, o como lo queráis llamar. ¿Os imagináis que el pobre hubiese tenido que utilizar cable para darnos su energía? Estaría media humanidad enredada, y sin duda, las muertes por asfixia serían desesperantes. Por no decir que las pobres plantas más que hacer la fotosíntesis, parecerían seres en la UVI, con cables por todos lados y sin decir ni pío. Pero no, la naturaleza es sabía, y ya vio que el futuro sería inalámbrico.