Aquella receta era sencillamente majestuosa; brownie de chocolate sobre un lecho de helado de vainilla semifrío, mezclado con galletas oreo desmenuzadas, y cubierto con un ligero baño de caramelo. Ni pochar, ni hervir, ni nitrógeno líquido, ni demás sandeces culinarías.
Esa, sólo esa, era la receta del señor.
domingo, 12 de octubre de 2014
martes, 2 de septiembre de 2014
Le traje el traje
- Oh, mi majestad, la fiesta es de aquí una hora, ¿Aún no se ha vestido?
- No, mi vasallo, aún no me trajo el traje.
- Perdone mi majestad, pero sí que traje el traje, hace como dos horas, y se lo di al paje.
- Mi vasallo, a mi el paje no me dio ningún traje.
- No lo entiendo majestad, juro por mi padre que traje el traje y se lo di al paje.
- Mi vasallo, aquí no ha venido ningún paje a traer el traje. ¡Que venga el paje!
- Señor, soy el paje. ¿Qué sucede?
- Paje, me dice mi vasallo que usted tiene mi traje.
- Exacto, señor paje, yo le di el traje hace dos horas, ¿No se lo dio a su majestad?
- Mi majestad, efectivamente, su vasallo me trajo el traje hace dos horas y poco después se lo traje.
- No puede ser paje, aquí no hay ningún traje.
- Me temo mi majestad que sí que se lo traje, era de color azul, como de encaje.
- Pues alguien ha robado el traje, ¡Sabotaje!
- Mi majestad, no se enoje, no se altere, y espere. Seguro que encontramos el traje antes de que empiece la fiesta de su homenaje.
- Pues si en unos minutos no encuentran el traje, os envío de viaje, vasallo y paje.
- No, mi vasallo, aún no me trajo el traje.
- Perdone mi majestad, pero sí que traje el traje, hace como dos horas, y se lo di al paje.
- Mi vasallo, a mi el paje no me dio ningún traje.
- No lo entiendo majestad, juro por mi padre que traje el traje y se lo di al paje.
- Mi vasallo, aquí no ha venido ningún paje a traer el traje. ¡Que venga el paje!
- Señor, soy el paje. ¿Qué sucede?
- Paje, me dice mi vasallo que usted tiene mi traje.
- Exacto, señor paje, yo le di el traje hace dos horas, ¿No se lo dio a su majestad?
- Mi majestad, efectivamente, su vasallo me trajo el traje hace dos horas y poco después se lo traje.
- No puede ser paje, aquí no hay ningún traje.
- Me temo mi majestad que sí que se lo traje, era de color azul, como de encaje.
- Pues alguien ha robado el traje, ¡Sabotaje!
- Mi majestad, no se enoje, no se altere, y espere. Seguro que encontramos el traje antes de que empiece la fiesta de su homenaje.
- Pues si en unos minutos no encuentran el traje, os envío de viaje, vasallo y paje.

miércoles, 18 de junio de 2014
Cinco microrelatos irrebatibles
La impresora elegida
Después de mirar en varias tiendas de informática y escuchar a personas que se hacían llamar especialistas del sector, pensé, ¡A la mierda! Y decidí comprarme la impresora que me causó mejor impresión.
Mala elección, Ramírez
Ramírez era un camionero que necesitaba desconectar; todo el día con el camión de arriba a abajo, quilómetros al este, quilómetros al oeste, gasolina entra, gasolina sale. Así que un día decidió ir al cine. Llegó veinte minutos antes a la sesión, se sentó, se acomodó, e intentó relajarse, olvidar el mundo de los camiones. De repente, empezaron los trailers. -¡Hijos de puta!-, exclamó.
El lenguaje es caprichoso
Juanjo era un fanático de la filosofía, de las curiosidades, de enlazar pensamientos y lenguaje. Un día, le comentó a su esposa:
- Cari, ¿te has fijado que la diferencia entre ser libre, o ser un libro, radica en una vocal? Piénsalo. El lenguaje es caprichoso. El zorro es astuto, la zorra, ay, la zorra, es muy diferente. ¿Lo has pillado? Piénsalo, cari, piénsalo.
- Juanjo, cariño, ¿te has fijado en que la diferencia entre dormir o no dormir, radica en que tú te calles de una puta vez?
Salvando el Amazonas
Escuché que estaban matando el Amazonas, que cada vez más, estaba en peligro de desaparecer. ¿Cuántas veces nos cruzamos de brazos ante tantas circunstancias? Entonces, yo quise reaccionar, aportar mi granito de arena. Así que, esa misma tarde, entré en el portal y me compré un Kindle Fire HDX y cuatro libros al azar. Dos semanas después veo que el portal sigue en marcha. ¡Tu también puedes ayudar!
El destino está marcado
Dos de mis mejores amigos, Luis y Ana, eran de aquellas personas que creían que las cosas no pasaban por casualidad. Que si se caía la sal en la mesa, era porque una desgracia iba a suceder. Que si la fecha de nacimiento de uno, coincidía con algún hecho concreto, no era por azar, era por destino. Todo era por evidencia, nada por casualidad. Ahora, viven en Luisiana.
Después de mirar en varias tiendas de informática y escuchar a personas que se hacían llamar especialistas del sector, pensé, ¡A la mierda! Y decidí comprarme la impresora que me causó mejor impresión.
Mala elección, Ramírez
Ramírez era un camionero que necesitaba desconectar; todo el día con el camión de arriba a abajo, quilómetros al este, quilómetros al oeste, gasolina entra, gasolina sale. Así que un día decidió ir al cine. Llegó veinte minutos antes a la sesión, se sentó, se acomodó, e intentó relajarse, olvidar el mundo de los camiones. De repente, empezaron los trailers. -¡Hijos de puta!-, exclamó.
El lenguaje es caprichoso
Juanjo era un fanático de la filosofía, de las curiosidades, de enlazar pensamientos y lenguaje. Un día, le comentó a su esposa:
- Cari, ¿te has fijado que la diferencia entre ser libre, o ser un libro, radica en una vocal? Piénsalo. El lenguaje es caprichoso. El zorro es astuto, la zorra, ay, la zorra, es muy diferente. ¿Lo has pillado? Piénsalo, cari, piénsalo.
- Juanjo, cariño, ¿te has fijado en que la diferencia entre dormir o no dormir, radica en que tú te calles de una puta vez?
Salvando el Amazonas
Escuché que estaban matando el Amazonas, que cada vez más, estaba en peligro de desaparecer. ¿Cuántas veces nos cruzamos de brazos ante tantas circunstancias? Entonces, yo quise reaccionar, aportar mi granito de arena. Así que, esa misma tarde, entré en el portal y me compré un Kindle Fire HDX y cuatro libros al azar. Dos semanas después veo que el portal sigue en marcha. ¡Tu también puedes ayudar!
El destino está marcado
Dos de mis mejores amigos, Luis y Ana, eran de aquellas personas que creían que las cosas no pasaban por casualidad. Que si se caía la sal en la mesa, era porque una desgracia iba a suceder. Que si la fecha de nacimiento de uno, coincidía con algún hecho concreto, no era por azar, era por destino. Todo era por evidencia, nada por casualidad. Ahora, viven en Luisiana.
Etiquetas:
humor,
microrelato,
pensando,
relato

viernes, 8 de noviembre de 2013
Resúmenes literarios
¿Estás estudiando y no tienes tiempo para leerte libros que te envían tus profesores? ¿Cuando quedas con tus amigos y empiezan a ponerse culturillas hablando de libros te sientes fuera del grupo? ¿Quieres quedar bien en tu primera cita haciendo creer a tu pareja que te encanta leer y por lo tanto, tienes una sensibilidad interesante? Estés en la situación que estés, no te preocupes, aquí estamos para ayudarte.
Te presentamos la nueva sección Resúmenes literarios, donde te haremos breves sinopsis literarias para que puedas fardar sin problemas e integrarte en los círculos más exigentes. De momento, aquí tenéis tres resúmenes. Esperamos vuestros comentarios o solicitudes. ¡Próximamente, más!
Te presentamos la nueva sección Resúmenes literarios, donde te haremos breves sinopsis literarias para que puedas fardar sin problemas e integrarte en los círculos más exigentes. De momento, aquí tenéis tres resúmenes. Esperamos vuestros comentarios o solicitudes. ¡Próximamente, más!
Cien años de soledad
Gabriel Garcia MárquezLa historia se centra alrededor de Soledad, una anciana viuda que cumple cien años. De ahí, el título del libro. Con el pretexto del aniversario, el autor nos relata la relación con sus tres hijos: Roberto, Pancracio, y Perfecto, así como los recuerdos que la centenaria tiene, aún latentes, de su marido Felipe -que murió pescando solomillos de atún-. A partir de aquí, descubriremos la tristeza de Soledad. Su mala relación con Pancracio, su predilección por Perfecto, o el secreto que esconde Roberto, el hijo bastardo.
Cinco horas con Mario
Miguel DelibesEn un tanatorio de Salamanca, Pilar aún vela por su marido. Mientras, su nieto Carlos, agobiado y aburrido por la situación y la afluencia de familiares, decide encerrarse en el lavabo y sacar su consola portátil. Allí, trazará una aventura de cinco horas seguidas jugando al Mario Bros, llegando a completar prácticamente todos los níveles y algunos extras, hasta que, ya en el último enemigo, la consola se apaga de forma inesperada por falta de batería. Es entonces cuando Carlos, desolado, decide volver a la sala principal. Allí se percata que sus padres llevaban horas buscándole.
El nombre de la Rosa
Umberto EcoSe trata de una narración cíclica; es decir, el inicio es el final, y el final, es el inicio. Así, desde el principio conocemos a Rosa Romero, una anciana monja que vive en el convento de San Blas de Navarra, y que espera a ser juzgada por sus superiores por hechos que desconocemos. Poco a poco, nos irán desgranando estos hechos, y sobretodo, entenderemos que se debe principalmente al nombre de la protagonista, que realmente no es el suyo. Ella en realidad es Florencia Grande, y durante su adolescencia fue amiga íntima de la auténtica Rosa Romero, quien murió repentinamente de coma etílico en un guateque de la época. Fue entonces cuando Florencia se apoderó de su identidad y viajó a Navarra, donde sabia que el abuelo de Rosa, que no la veía desde los dos años, le había dejado a la joven una cuantiosa valía de galletitas. Toda la trama se descubre décadas después, y Florencia, ahora conocida por todos como Rosa, deberá ser juzgada por ello.

sábado, 7 de septiembre de 2013
La soberbia española
A pocas horas de darse a conocer la adjudicación de los Juegos Olímpicos de 2020, donde Madrid es una de las tres finalistas junto a Tokio y Estambul, me pongo a hojear diferentes diarios nacionales, tanto de carácter serio, como humorístico. Y es en esta faceta, donde llego hasta el panfleto deportivo Marca. Allí, entre las numerosas noticias relacionadas, puedo leer una entrevista a Felipe Reyes, el jugador de baloncesto del Real Madrid, en la cual afirma: "Tokio y Estambul no tienen tan grandes deportistas como España". Después de leer esto, suspiro, cierro los ojos, y con calma, vuelvo a abrirlos. Entonces, me viene a la cabeza la soberbia española. Aquella que está presente en la manera de hacer, desde tiempos inmemoriables, en parte de sus ciudadanos, y representada ejemplarmente por políticos y famosos. Dicha soberbia, viene dada muchas veces por puro egocentrismo, pero desgraciadamente, en otras oasiones, es sencillamente por ignorancia, por paletismo nacional.
El señor Reyes debería entender que para ensalzar la candidatura española, no hace falta menospreciar al resto, y mucho menos, desde la ignorancia. Es cierto, en España hay deportistas de gran renombre internacional. Sobretodo en deportes como fútbol, baloncesto, tenis, balonmano, etc. Pero quizá este señor no entiende que unos juegos olímpicos se componen de deportes olímpicos, quizá no de tanta repercusión como los citados, pero igual de importantes y respetables. De hecho, son los éxitos de estos deportes minoritarios, o no tan famosos, los que miden la verdadera infraestructura y organización deportiva de un país.
Pero volviendo a la frase citada, menospreciar al resto de países sin informarse, es hacer el ridículo. Porque el señor Felipe debería revisar el medallero Olímpico, donde apreciaría que incluso en la mejor época del deporte Español, Japón nos duplica o triplica en éxitos. Sin ir más lejos, en los pasados juegos, Japón consiguió 38 medallas (7 de oro, 14 de plata, y 17 de bronce). Mientras que España, se quedó en 17 medallas (3 de oro, 10 de plata, y 4 de bronce). Aún así señor Reyes, ¿no conoce ningún deportista japonés? Pues hágaselo mirar, quizá es que entiende del resto de deportes como la señora Ana Botella de inglés.
Pero que más da. El señor Reyes llega a Buenos Aires para reforzar la candidatura, diciendo sandeces o mentiras, mostrando soberbia o ignorancia. También están por allí muchos más deportistas españoles de renombre; acompañados por políticos corruptos y de dudosos conocimientos deportivos. Todos, viajan con nuestro dinero, está claro. Toda la candidatura está subvencionada con el dinero de los ciudadanos de un país que se retuerce de dolor, que vive una época de austeridad económica, con un paro alrededor del 26%, y rebajando servicios sociales como sanidad y educación. Como pretexto, nos dicen que es algo necesario y que supondrá un empujón enorme para cambiar esta situación. Nos aseguran que no solo saldrá ganando Madrid, sino todas las regiones de este resquebrajado país. Otra vez más, como en el caso de Felipe, uno no sabe si es por la manía de mentir, o si es por pura ignorancia. Si no, que se lo pregunten a Grecia, que celebró los Juegos Olímpicos de 2004. ¿Mejoró el país? ¿Les dio un empujoncito? Sí, sí, los Griegos desde entonces viven de "puta madre".
Pero bueno, veremos que pasa esta noche. Ya falta menos para saber si nuestros políticos podrán venirse con la sonrisa de saber que a partir de hoy, podrán volver a sacar partido de la construcción, adjudicar obras a dedo, y embolsarse parte de ellas. Al tiempo que miles de personas hacen de voluntarios sin cobrar ni un solo euro para que podamos presumir ante el mundo de tener espíritu olímpico. ¿Espíritu Olímpico? Los cojones.
El señor Reyes debería entender que para ensalzar la candidatura española, no hace falta menospreciar al resto, y mucho menos, desde la ignorancia. Es cierto, en España hay deportistas de gran renombre internacional. Sobretodo en deportes como fútbol, baloncesto, tenis, balonmano, etc. Pero quizá este señor no entiende que unos juegos olímpicos se componen de deportes olímpicos, quizá no de tanta repercusión como los citados, pero igual de importantes y respetables. De hecho, son los éxitos de estos deportes minoritarios, o no tan famosos, los que miden la verdadera infraestructura y organización deportiva de un país.
Pero volviendo a la frase citada, menospreciar al resto de países sin informarse, es hacer el ridículo. Porque el señor Felipe debería revisar el medallero Olímpico, donde apreciaría que incluso en la mejor época del deporte Español, Japón nos duplica o triplica en éxitos. Sin ir más lejos, en los pasados juegos, Japón consiguió 38 medallas (7 de oro, 14 de plata, y 17 de bronce). Mientras que España, se quedó en 17 medallas (3 de oro, 10 de plata, y 4 de bronce). Aún así señor Reyes, ¿no conoce ningún deportista japonés? Pues hágaselo mirar, quizá es que entiende del resto de deportes como la señora Ana Botella de inglés.
Pero que más da. El señor Reyes llega a Buenos Aires para reforzar la candidatura, diciendo sandeces o mentiras, mostrando soberbia o ignorancia. También están por allí muchos más deportistas españoles de renombre; acompañados por políticos corruptos y de dudosos conocimientos deportivos. Todos, viajan con nuestro dinero, está claro. Toda la candidatura está subvencionada con el dinero de los ciudadanos de un país que se retuerce de dolor, que vive una época de austeridad económica, con un paro alrededor del 26%, y rebajando servicios sociales como sanidad y educación. Como pretexto, nos dicen que es algo necesario y que supondrá un empujón enorme para cambiar esta situación. Nos aseguran que no solo saldrá ganando Madrid, sino todas las regiones de este resquebrajado país. Otra vez más, como en el caso de Felipe, uno no sabe si es por la manía de mentir, o si es por pura ignorancia. Si no, que se lo pregunten a Grecia, que celebró los Juegos Olímpicos de 2004. ¿Mejoró el país? ¿Les dio un empujoncito? Sí, sí, los Griegos desde entonces viven de "puta madre".
Pero bueno, veremos que pasa esta noche. Ya falta menos para saber si nuestros políticos podrán venirse con la sonrisa de saber que a partir de hoy, podrán volver a sacar partido de la construcción, adjudicar obras a dedo, y embolsarse parte de ellas. Al tiempo que miles de personas hacen de voluntarios sin cobrar ni un solo euro para que podamos presumir ante el mundo de tener espíritu olímpico. ¿Espíritu Olímpico? Los cojones.

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